domingo, 23 de agosto de 2009

LA VEJEZ


Con el transcurrir de los años se nos van yendo poco a poco aquellos dones de los que fuimos merecedores en nuestra juventud. Ya no esta más esa piel terza, brillante y tirante, sino todo lo contrario, van apareciendo aquellas huellas que han significado el transcurrir por esta vida, con penas, con glorias o felicidad y que muchas veces no queremos aceptar, algunos les llaman las "arrugas". Nuestros ojos ya no iluminan bien nuestros pasos, muchas veces tenemos que frotarlos para que se adecuen lo que queremos ver.

Otras cosas de mucho mayor valor que nuestra piel y ojos tambien comienzan a desaparecer, pero también inicia su presencia un órgano invisible, que muchas veces para muchos de nosotros era desconocido, es nuestro corazón, quizas aparece después de unos latidos de más por una emoción de cualquier tipo.

Nuestros ojos aunque no brillen adecuadamente lo descubren todo y es que con la vejez o para no herir susceptibilidades la llamaremos "la tercera edad" nada importa, la vista se acorta pero es en ese momento cuando empezamos a ver.

Ya no es necesario parecerse a una escultural y bellisima mujer ó a un corpulento y atlético hombre, todo eso viene a ser solo un recuerdo o algo que alguna vez fuimos frente a un espejo.

Los competidores atleticos han desaparecido y quizas algunos de nuestros contemporaneos esten mucho peor que nosotros:
La vejez, tal es el nombre que los otros le dan, también puede ser el tiempo de la dicha.

Se dice que la vejez es fiel reflejo de lo que fuimos en nuestra juventud y siempre cosechamos lo que sembramos.

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